La *Laucha y el ~Pinguino [ FábuDRAKE ]

* ¡Miren al pinguino! ¡Eh, pinguino, no teclees tanto que te vas a marear de ir tan de prisa! *decía la laucha despreciando al pinguino.

Un día, conversando entre ellos, al pinguino se le ocurrió de pronto hacerle una curiosa propuesta a la laucha.

~ Estoy seguro de poder ganarte una competencia de eficiencia ~ le dijo.

* ¿A mí? -preguntó, asombrada, la laucha.

~ Pues sí, a ti. Pongamos nuestra apuesta a la vista de todos en aquel blog y veamos quién gana la competencia.

La laucha, muy despreciativa y confiada, aceptó.

Todos los sistemas operativos, los no tanto y los usuarios de uno u otro bando se reunieron para presenciar la competencia. Se señaló cuál iba a ser el PATH y el INSTALL. Una vez que estuvo todo listo, comenzó la competencia entre muchas pulsaciones de teclas y el siempre bien ponderado ratón, mientras tanto, este último solo pensaba en como parchear a la hermosa laucha 3D.

Confiada en su belleza y "USAhabilidad", la laucha dejó partir al pinguino y se quedó chateando. ¡Vaya si le sobraba el tiempo para ganarle a tan lerda criatura!

Luego, empezó a correr aplicaciones gráficas, iniciaban veloz como el viento mientras el pinguino iba lento y seguro tecleando un "i"+ENTER, ESC :/La_Rubia... comenzando así a interactuar con VIM, pero, eso sí, sin parar, esperar ni mirar ver cargar ventanas en ningún momento. Enseguida, la laucha se adelantó muchísimo con la ejecución de Firefox, aMSN, Openoffice.org, Wine y Virtualbox. Tanto se relajó que se detuvo a descansar mientras buscaba dibujos, videos o algo que mirar en noticiasDrake.

Cuando el pinguino pasó por su lado a buscar una impresión, la laucha aprovechó para burlarse de el una vez más. Te doy ventaja le dijo para después emprender nuevamente su continuo y frenético pulsar de ratón.

Varias veces repitió lo mismo, pero, a pesar de sus risas y desprecios, el pinguino siguió tecleando sin detenerse. Confiada en su velocidad, la laucha se tumbó en su silla y se puso a ver un video de Richard M. Stallman en YouTube y ahí se quedó dormida.

Mientras tanto, letra a letra, y tan eficiente como pudo, el pinguino siguió con su teclear hasta llegar a la meta. Cuando la laucha se despertó, pulsó con todas sus fuerzas los botones del ratón pero ya era demasiado tarde, el pinguino había ganado la competencia.

Aquel día fue muy triste para la laucha y aprendió una lección que no olvidaría jamás:

No hay que burlarse ni despreciar jamás a los demás. 

Mientras el resto también de esto debemos aprender, la pereza y
el exceso de confianza en aplicaciones gráficas pueden hacernos
creer que podemos y tenemos el control para alcanzar nuestros
objetivos, cuando nos damos cuenta de lo equivocados que estamos,
a la "Vista" está el fracasado que debe delegar su inoperancia al
ya conocido eXPsimen con 8 años de antiguedad, fallos y fraudes.